Catriona y su hermano Albert vivían en la pequeña isla de Falla, inmersos en una existencia gris y rutinaria. Pero la llegada de Brett Simons alteró el orden de sus vidas.
Catriona estaba dispuesta a oponerse a Brett, y a impedir que la compañía que él dirigía construyese una terminal petrolífera en Falla. Sin embargo, Albert estaba muy ilusionado, y la joven no se atrevía a oponerse a los deseos de su hermano. Un terrible accidente le había destrozado moralmente y aquel proyecto pareció inyectarle vida.
La estancia de Brett en su casa supuso nuevos problemas para Catriona, pues él quería más, mucho más, de lo que ella podía darle...
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