Las
revistas del corazón llamaban a Neve Mcleod "la viuda escarlata", pero,
en realidad, el suyo había sido un matrimonio de conveniencia.
Seguía siendo virgen, pero eso era algo que nadie creería nunca.
Hasta
que se encontró perdida y atrapada bajo una tormenta de nieve con el
imponente magnate Severo Constanza, un salvador inesperado.
Cuando
el magnífico italiano acudió a rescatarla, no sabía nada de su pasado,
sólo que Neve era la mujer más seductora que había conocido nunca.
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